El color de cada álbum de FEN refleja su contenido lírico y musical. Por primera vez en su carrera, el trío de post-black metal de East Anglia ha usado el color rojo en la portada de su séptimo álbum, "Monuments to Absence". FEN describe el álbum como una expresión de ira, desesperanza y desesperación: ira ante la desesperanzada futilidad de una especie humana empeñada en la autodestrucción. Esto se refleja en el sonido decididamente áspero y negro de "Monuments to Absence", sin duda el disco más extremo de FEN hasta la fecha, aunque aún conserva momentos de gloria atmosférica, secciones limpias y espaciales, doom intenso y riffs potentes que acentúan la furiosa expresión de la rabia. FEN tomó su nombre de los pantanos de Anglia Oriental cuando el trío se formó en 2006. Estos paisajes desolados y sombríos han dejado una profunda huella en el sonido post-black metal, del que la banda fue pionera en el Reino Unido cuando la escena inglesa se revitalizó tras los precursores FOREFATHER, con bandas como FEN, WINTERFYLLETH y WODENSTHRONE cobrando protagonismo. Cuando FEN lanzó su álbum debut, "The Malediction Fields" (2009), la banda cumplió con la gran promesa de su anterior EP, "Ancient Sorrow" (2007), al presentar un primer álbum que ya combinaba con elegancia la tradición del black metal con un toque atmosférico y una sutil experimentación que trascendía los estrechos límites de su género. Con cada álbum posterior, desde "Epoch" (2011), pasando por "Dustwalker" (2012), "Carrion Skies" (2014), "Winter" (2017) hasta "The Dead Light" (2019), FEN ha ampliado su catálogo musical y su público, a la vez que ha perfeccionado su sonido reconocible e inconfundible. "Monuments to Absence" marca el bienvenido regreso de FEN a un sonido oscuro y feroz.