KIRLIAN CAMERA es un torbellino incesante de creatividad e innovación musical. Su poder inspirador es tanto destructivo en cuanto a las limitaciones de género, estilo y convenciones, como constructivo, por ejemplo, al construir una nueva arquitectura sonora sobre las ruinas de la antigua. La última obra maestra de los italianos, "Radio Signals for the Dying", no es la excepción, ya que se trata de un nuevo hito artístico. A primera vista, KIRLIAN CAMERA continúa en la oscura senda musical que eligieron en su anterior álbum doble "Cold Pills (Scarlet Gate of Toxic Daybreak)" (2021). El hecho de que la banda sea capaz de continuar un trabajo tan masivo con otro potente álbum doble dice mucho de la extrema energía de los electroprovocadores italianos. Sin embargo, "Radio Signals for the Dying" es todo menos una mera repetición de su glorioso predecesor. En cambio, KIRLIAN CAMERA modifica sutilmente su diseño sonoro con mil detalles ingeniosos, trucos fascinantes, efectos grandiosos, giros inesperados, digresiones y variaciones ingeniosas de temas existentes. Durante décadas, KIRLIAN CAMERA ha habitado y sigue habitando un reino de construcciones multidimensionales y trascendencia oculta, así como de contenido subversivo que siempre ha sido la esencia de su arte. En el pasado, su descarado, a veces escandaloso, deleite por provocar y ofrecer al mundo un espejo que revela la verdad ha generado controversia en repetidas ocasiones. Tras su impresionante 40.º aniversario como una banda en constante evolución y cambio, que nunca ha dejado de buscar nuevas respuestas, KIRLIAN CAMERA invita al oyente con "Radio Signals for the Dying" a unirse a ellos en un viaje musical aventurero a dimensiones ocultas y lugares mágicos de peligrosa belleza y alegre oscuridad. Los italianos son chamanes electrónicos, místicos del rock, revolucionarios sonoros y sumos sacerdotes de las artes libres que renacen nuevamente como un fénix musical en fuego creativo.